miércoles, 9 de marzo de 2011

Capítulo I

Charlie me despertaba, y yo solo lo apartaba para que me dejara dormir un poco más. Hoy era mi primer día de instituto –solo para mi-, y tenía cero ganas de empezar. Era nueva en el pueblo, hasta ahora vivía con mi madre, pero discusiones continuas terminaron por mandarme a Forks con mi padre.
Charlie: Bella, llegaras tarde tu primer día de clase, y supongo que no querrás que te lleve con mi coche ¿verdad? -¿El coche de policía? Ni hablar-
Bella: No papa, ya voy, pero déjame cinco minutos más, ¿quieres?
Charlie: No, lo que quiero ahora, es que te vistas y te dirijas al instituto –me quitó la sabana-
Bella: quiero que llegue ya el fin de semana…
Charlie: Madre mía… pero si ni has empezado la semana!
Nos pusimos a reír y después mi padre bajó a preparar el desayuno, yo mientras, me vestí y arreglé. No sería muy bueno dar mala impresión el primer día. Cuando lo tuve todo listo, cogí mi mochila y bajé las escaleras de dos en dos. Charlie tenía mi desayuno preparado en la entrada, lo cogí y me despedí con un grito. Subí a mi camioneta y salí disparada para no llegar tarde. Al llegar, no había casi nadie, -genial- pensé. Miré el reloj y pude comprender porque no había nadie. Aun faltaban casi veinte minutos para empezar las clases. Charlie me había despertado antes, típico en él para no llegar tarde. Aparqué la camioneta y bajé con un poco de miedo, todo era nuevo para mí, y me venía realmente grande. Fui a secretaria, había un hombre de pelo canoso, ojos marrones y gafas caídas apoyadas en la nariz.
Bella: buenos días, soy Isabella Sw-no me dejó terminar la frase-
X: la hija del Jefe Swan! ¿No?
Bella: Exacto –suspiré de alivio, parecía buena persona ese hombre- Vengo a buscar mi horario y a entregar estos papeles. -Le entregué unos datos que faltaban y la hoja con las asignaturas optativas que había elegido-
X: Así que… asignaturas de arte… y lengua… -miraba la hoja con diversión- toma, este es tu horario entonces.
Me entregó una hoja partida por la mitad y me la guardé en el bolsillo de mi chaqueta. Salí de secretaria y miré la hoja, aun tenía un cuarto de hora para saber a qué clase tenía que ir, podía agradecerle a Charlie el haberme hecho salir tan temprano de casa. Primera hora, Español, clase 106. Busqué la clase por el piso de abajo, todo estaba tranquilo aun, seguía sin haber nadie, solo grupitos pequeños de gente que estaba más dormida que despierta esperando al resto de la tropa. Encontré la clase, y sin pensármelo dos veces, entré y me senté en una silla que estaba casi al final de la clase. La gente empezó a entrar, y por suerte, nadie se daba cuenta de que había una chica nueva, todos vivían en sus vidas, y les importaba una mierda lo que pasara fuera de ellas. Cuando fueron las 8 en punto, el profesor entró con libros en la mano, los dejó sobre la mesa y dio dos golpes de palmas para llamar la atención de la gente, le costó casi cinco minutos poner silencio, y termino llamando a la gente por su nombre y uno por uno.

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