sábado, 24 de septiembre de 2011

Capitulo XIV

Hoy era el día, era viernes, estreno de la obra Romeo y Julieta, protagonizados por Edward Cullen y Alice Cullen –Julieta tachada- Isabella Swan.
Me destapo quitando la sabana de un tirón. Me levanto y me miro al espejo, -tu puedes Bella- nada, ni autoconvenciendome pasan los nervios. Bajo a la cocina, Charlie estaba delante del fuego.
Bella: Buenos días Charlie.
Charlie: Buenos días Bella, como has dormido, nerviosa?
Bella: Si, a más no poder. –suspiré-
Charlie: Bueno, esto es normal, tu solo relájate y respira si?
Bella: Claro. –como si fuera tan fácil… enfréntate tu a los ojos de Edward- Oye, como que no estás en comisaria?
Charlie: me he pedido fiesta para ver a mi hija. –me sonrió-
Bella: Oh genial papa!
Desayuné rápido y me fui directa al instituto. Hoy para los alumnos de arte, no habría clases. El ambiente estaba cargado de nervios, entré en clase, y Mike vino hasta mí.
Mike: Como estas Bella? Nerviosa?
Bella: tu no?
Mike: No, la verdad es que estoy bastante tranquilo.
Bella: como lo haces?
Mike: No lo sé, será el tranquimacín que me habré tomado.
Bueno, tomándose un pastilla, creo que todos nos tranquilizamos… toda la mañana estuvimos repasando que todo estuviera bien.
Profe: Edward, Bella y los más importantes, venid conmigo. –Fuimos con él hasta el pasillo del instituto- Bien, se que todos estáis nerviosos, se os nota en la mirada. Pero tenéis que estar tranquilos, todo va a salir bien y a la gente les va a encantar si? –algunos alumnos murmuraron cosas- bueno, ahora iremos a la sala de actos a hacer el último ensayo general. –la gente empezó a moverse en signo de nervios, la charla estaba empeorando a todos- después del ensayo iremos a comer y empezaremos a cambiarnos.
Fuimos a la sala de actos, y empezamos con el ensayo, todos nerviosos cometíamos más errores. Hora de comer, pero yo con un problema. Mi vestido lo tenía Alice, y ella no estaba aquí, igual pasaba con la ropa de Edward.
Fuimos a comer, el ensayo general no había salido precisamente bien. El profesor ahora empezaba a preocuparse. Nos sentamos todos juntos, incluso Edward, que casi nunca se quedaba a comer, y cuando se quedaba, no comía. Alguien me tocó el hombro, me giré.
Bella: Alice! Que haces aquí?
Alice: Bueno, he venido a traeros la ropa y a ver la obra, no puedo actuar, pero si verla.
Bella: como estas?
Alice: mejor, pero sigo mala. Siento que tengas que actuar.
Bella: No pasa nada. –no quería que se sintiera culpable-
Nos dio la ropa a Edward y a mí, Jasper había venido con ella, se puso a hablar con Edward, y Alice se sentó a mi lado.
Alice: como lo llevas? Emocionada?
Bella: uuuii!! A más no poder! –dije irónicamente-
Alice: Se que tu puedes –me abrazó-
Bella: eso espero…
Alice: Oye, como van las escenas románticas?
Bella: quieres saberlo?
Alice: Sigues poniéndote nerviosa?
Bella: Es inevitable, teniendo a –bajé la voz- tu hermano tan cerca y mirándome fijamente a los ojos.
Alice: si quieres le digo que mire la pared. –puse los ojos en blanco- vale! Pero después no me vengas con cuentos ee!
La presencia de Alice y Jasper me tranquilizó, ellos siempre parecían tan seguro de sí mismo… realmente no tenía miedo a la obra, tenía miedo a la escena en que Edward me tenía que besar, una escena que aun no había conseguido hacer entera. Ni en los ensayos me había besado, así que... como iba a salir delante de todo el mundo?
Me entró un tic en la pierna y me empezó a temblar. Alguien me puso la mano sobre la pierna. Lo miré.
Edward: Todo va a salir bien. No estés nerviosa. –sus ojos clavados en los míos me convencieron, algo en mi mente me decía que eso era lo correcto-

Capitulo XIII

Charlie: Queréis quedaros a comer?
Edward: he dejado el fuego encendido. Lo siento, otro día será.
Charlie: bueno, cuando queráis. Solo se lo tenéis que decir a Bella.
Bella: Claro! Me encantaría.
Estuvieron hablando un rato Edward y Charlie, Alice se vino conmigo a la cocina a terminar de preparar la mesa.
Alice: se llevan bien.
Bella: eso parece… pero de qué sirve?
Alice: Bueno, lo primero de todo, es entrar a los suegros.
Bella: -no pude evitar reírme- que suegros Alice? Acaso hay pareja? Porque si es así, yo no la veo. –Alice suspiró-
Edward: Alice, es hora de volver, o se quemara la comida.
Alice: Vale. –me dio un beso en la mejilla y salió saltando, se despidió de Charlie y se fueron, Charlie vino a la cocina-
Charlie: mm… huele de maravilla.
Bella: Espero que te guste. –le serví la comida-
Charlie: Siempre había oído hablar de los Cullen, y los había visto, pero nunca había tenido trato con ellos, se ven buena gente.
Bella: lo son.
Charlie: Y Edward es un chico muy educado, y tiene tema de conversación, me gusta. –a mi también papa- Y Alice… ella es un caso aparte, sois muy amigas, no?
Bella: Si, es una de mis mejores amigas, cuando la necesito, está conmigo, es como… si viera que voy a tener problemas, como si predijera el futuro.
Charlie: -se rió- ojala eso se pudiera hacer!
Nos pusimos a comer, Charlie me preguntó como había pasado la noche, y remarcó que era un pequeño desastre. Solo a mi me pasaban esas cosas, no me iba la camioneta y encima, me dejaba las llaves dentro.
Charlie: Pero que le pasaba a la camioneta? Cuando fuiste, no sentiste nada raro?
Bella: no, estaba bien, no hacia ruidos ni daba señales de que podía morir en cualquier momento.
Charlie: Que raro… pero qué bueno que ya te la han arreglado, pero igual tendrías que ir al mecánico a que te la miren.
Bella: Vale, el lunes iré sin falta.
La semana empezó a pasar, y los nervios cada día eran más presentes. Era miércoles, salí de la clase de español, el profesor de artes escénicas me llamó.
P: Bella, hemos tenido un problema.
Bella: De que tipo?
P: Es Alice, nos ha llamado.
Bella: Alice? –que le había ocurrido? Porque había faltado a clase?- que pasa? Donde esta? Porque no ha venido?
P: Alice está enferma, tiene la gripe. Su padre Carlisle nos ha llamado para informarnos.
Bella: Que?
P: La sustituta de Julieta va a tener que ponerse en acción.
Bella: No puede ser, pero no estará bien para el viernes?
P: No, su padre ha dicho que la ha cogido bien, y que va a tener que estar en cama algunos días.
Bella: Edward lo sabe?
P: Si, acabo de venir de hablar con él. Bueno, si necesitas algo, estaré en mi despacho.
El mundo se cayó sobre mi sin piedad, porque me pasaba a mí esto? Que había hecho yo para que me pasara eso? Mataría a Alice en cuanto se recuperara, ya le dije yo que tenía que taparse, pero nada! Ella en manga corta pasando frio! Me apoyé en una taquilla del pasillo y cerré los ojos unos segundos.
Ángela: Que ocurre? Porque esa cara Bella?
Bella: Alice se a puesto enferma.
Ángela: Alice?
Bella: Si, y eso significa que voy a ser yo la que tenga que actuar en su lugar.
Ángela: Vaya… eso es tener mala suerte. Como te lo haces?
Bella: No lo sé, pero enserio que matare a alguien.
Ángela: Bueno, ahora no te estreses si?
Bella: Si. Vamos.
Pasé el resto del día agobiada por la novedad. Charlie era el más feliz respecto a ese tema, pero yo sentía que iba a morir.

lunes, 13 de junio de 2011

Capítulo XII

Bella: Créeme que no te gustaría. Tengo una mente muy retorcida.
Empecé a comer, realmente estaban buenísimos los crepes.
Bella: seguro que no quieres uno?
Alice: No, gracias, ya he comido antes.
Bella: Como tú quieras, pero si me los como todos no es mi culpa si? Están demasiado buenos, quien los ha hecho?
Alice: Edward.
Bella: Edward? –se me cayó el tenedor en el plato haciendo ruido- Enserio que cocina así?
Alice: Si, hay muchas cosas de Edward, que sorprenderían a mucha gente.
Bella: ya veo ya…
Alice: Bueno, cuando termines empezamos a ensayar.
Bella: Vale.
Arrasé con los crepes, no me creía ni yo misma que me había terminado un plato entero de crepes. Seguía con el pijama que Alice me había dejado, así que subí y me fui al baño a cambiarme. Me arreglé medianamente y bajé, Alice y Edward estaban hablando, no quise interrumpir.
Edward: Lo has hecho a propósito. –su voz era dura-
Alice: Pues si Edward, lo he echo a propósito y espero que oyeras todo lo que hablamos anoche, -hablaban de mi?- y que sintieras lastima por ella, por cómo se siente con tu falso comportamiento! No se merece que le hagas esto!
Edward: Y que quieres que haga? Que le diga la verdad? –hubo una breve pausa, y mi corazón se aceleró- está aquí, oigo su corazón –hora de entrar en acción-
Bella: Hola, ya estoy lista. Empezamos?
Alice: Si. Voy a por los guiones.
Alice desapareció, y el ambiente empezó a ser algo incomodo. Me senté en el sofá blanco del salón, Edward fue hasta la ventana y miró a través de ella. Alice vino con los papeles en la mano, y ropa en la otra. Lo dejó todo a mi lado y me ofreció la mano.
Alice: Venga.
Bella: El que venga?
Alice: Vamos a probar el vestuario.
Bella: Ahora?
Alice: Si, que problema hay?
Bella: Ninguno. –le acepté la mano- Estas helada Alice!
Alice: lo sé, es que tengo un poco de frio.
Bella: Pues tapate mujer! Vas a coger la gripe o que se yo.
Alice: vale, ahora cuando nos probemos la ropa, ya me habré tapado, vamos al baño.
Alice me arrastró hasta el baño, y una vez allí, me pasó un vestido para que me pusiera. Empecé a quitarme la ropa, me daba un poco de vergüenza hacerlo delante de ella, pero tenía que hacerlo, cuando ya solo me quede con ropa interior, cogí el vestido y empecé a ponérmelo, Alice me ayudó a bajarlo y colocármelo bien. Era hermoso, de color crema, con tirantes un poco anchos, perfectos para que no se cayeran, ceñido de cadera, pero libre y ligero.
Alice: te esta perfecto Bella!
Bella: enserio? Pero este es el tuyo.
Alice: lo sé, pero tenía que ver como quedaba puesto a otra persona, además de que si a mí me pasara algo, tu usarías este mismo.
Bella: quien lo a echo?
Alice: Rosalie y yo hemos tenido algo de tiempo libre.
Bella: Vaya, os a quedado hermoso.
Alice: A Edward le encantará. Aun no lo ha visto, le he dicho que es una sorpresa. Haber, gírate. –le hice caso, y me puse de cara al espejo, empezó a recogerme el pelo, dejándome algunos mechones del los lados de la cara sueltos- Me encanta como te queda.
Bella: Gracias.
Alice: bueno, ya te lo puedes quitar si quieres.
Le hice caso y me puse de nuevo mi ropa, le pregunté porque ella no se lo probaba, y me dijo que conmigo bastaba. Volvimos a la sala de estar, y empezamos a ensayar. Se hicieron las dos de la tarde.
Bella: Es tarde y aun tengo que ir a recoger mi trasto.
Alice: oh, no te preocupes por eso, Edward ya se ha encargado de eso esta mañana mientras tu dormías.
Bella: Enserio? –miré a Edward- Gracias.
Edward: No hay de qué.
Bella: Bueno, pues… me voy ya entonces a casa a preparar la comida para Charlie.
Alice: Como tú quieras. Quieres que te acompañe?
Bella: Si quieres…
Alice me acompañó hasta casa, yo la invité a pasar. Estuve haciendo la comida para Charlie y para mi, ya que Alice dijo que se iría, que Edward iría a buscarla. Mientras yo cocinaba, Alice hablaba con Charlie, se llevaban genial. Como Alice dijo, cuando íbamos a comer, Edward se presentó para ir a buscarla.
Charlie: Quien llama a la puerta?
Alice: será Edward, me voy ya.
Charlie: tan temprano? Dile que pase. –puse los ojos como platos, Alice salió un momento y después de oírse la puerta, entró de nuevo con Edward-
Alice: Charlie, este es mi hermano Edward.
Charlie: -se levantó y le dio la mano- Hola. Tienes una hermana que es una joya.
Edward: Losé, es una chica especial –los dos hermanos se miraron y se sonrieron, Alice lo abrazó-

domingo, 17 de abril de 2011

Capítulo XI

Alice: Que te ronda por la cabeza?
Bella: A mí? Nada.
Alice: Bella, puede que puedas engañar a otra personas, pero te conozco lo suficiente como para saber qué te pasa algo.
Bella: Vale, si, me pasa algo, pero nada de lo que puedas ayudarme.
Alice: Y tú que sabes? Venga va, sorpréndeme.
Bella: Veras, es que no entiendo porque-me cortó-
Alice: Voy a cerrar la puerta.
Bella: Mejor. –la cerró y volvió a la cama, se sentó a lo indio, y yo la imité-
Alice: Que decías?
Bella: No entiendo porque Edward –al decir el nombre de su hermano, sonrió- me trata mal, o sea no se que le he hecho, yo creo que no le he hecho nada, pero no me mira, apenas me habla, y me tiene rabia, incluso creo que odio.
Alice: Quieres decir?
Bella: Si, estoy segura, es como si desde el primer momento que me vio, me cruzó, no me soporta.
Alice: Y si lo hablas con él?
Bella: -me puse a reír, era una risa nerviosa- claro, iré y le daré dos golpecitos en la espalda y le preguntare; Oye Edward, me gustas, puedes decirme porque te alejas de mi? Porque me evitas y me miras con esa cara? Que pasa, me tienes alergia?
Alice se puso a reír, y entonces fue cuando me di cuenta de las estupideces que había dicho, me uní a sus risas. La noche empezó a pasar, y nosotras seguíamos hablando, pero solo de un tema, Edward. Alrededor de las cuatro, mis ojos empezaron a pesar, y se cerraban solos, en cambio Alice estaba genial.
Alice: creo que va siendo hora de dormir.
Bella: Yo también lo creo, si seguimos hablando, dentro de poco estarás hablando sola.
Nos echamos y nos tapamos, Alice cerró la luz, le desee las buenas noches y mi mente se apagó.
Una hermosa melodía de piano me despertó, la luz del día me estaba cegando un poco, así que me tapé la cabeza con la sabana, y me di cuenta, de que Alice no estaba. Me volví a destapar para asegurarme de que no estaba. Miré el reloj del móvil. Mierda! Eran las 10, se estaba pasando la mañana y yo no había hecho nada aun. Salí de la habitación sin hacer ruido, y si había alguien durmiendo aun? Bajé las escaleras para investigar de donde venia la música de piano y para buscar a Alice. Toda la casa estaba en silencio, solo se oían las notas de una hermosa melodía. Pasé por delante de una habitación y tuve que pararme. Edward estaba sentado en un piano de cola, enorme, negro, hermoso y brillante. Me quedé observándolo ya que era una maravilla, sus dedos se deslizaban por las notas como olas que chocan la arena en la playa. Me apoyé en el marco de la puerta.
Alice: Hermosa verdad? –Alice apareció detrás de mí, y Edward dejó de tocar, yo mientras, me recuperaba del susto-
Bella: Alice, algún día vas a dejar de meterme estos sustos? Te agradecería que me dejaras vivir unos años más, ya que con cada susto, me quitas dos años de vida!
Alice se puso a reír, pero a mí no me hacía gracia, esta chica me estaba matando poco a poco.
Alice: Bueno, ya está hecho el desayuno. Quieres comer?
Bella: Si, y los demás?
Alice: Ya se han ido, volverán después de comer.
Bella: Vale.
Alice y yo fuimos a la cocina, y había un plato lleno de crepes, la mesa ya estaba preparada, pero solo para uno.
Bella: Solo hay preparado para una persona, y tú?
Alice: Yo ya he desayunado, en la casa solo quedas tú.
Genial… mi reputación iba en aumento… encima de ser un desastre que lo pierde todo, ahora también era una dormilona.
Alice: sabes? Cuando te pones así pensativa, me gustaría leerte la mente.

Capítulo X

Entramos en la casa, y de la cocina apareció un hombre, joven, rubio, ojos como los de todos, hermoso rostro y perfecto cuerpo.
Alice: Carlisle, esta es Bella. Bella, este es Carlisle, nuestro padre. –PADRE? no podía ser, era demasiado joven para ser padre…-
Carlisle: Hola Bella, estamos encantados de que estés aquí, -me dio la mano- Esme ahora baja, está arreglando todo. -dijo dirigiéndose a Alice-
Alice me indicó que lo dejara todo en la entrada, junto a sus cosas. Poco después, un mujer de ojos dorados también, se dirigió a nosotras, su rostro transmitía paz y amor, era maternal, daba cariño.
Esme: Tú debes ser Isabella, encantada - se acercó a mí y me dio dos besos-
Bella: Bella por favor.
Esme: oh claro. Bueno chicas, arriba ya está todo listo, pero si os quedéis quedar aquí, Carlisle y yo vamos a salir un momento.
Alice: está bien, gracias. –me miró- quieres subir?
Bella: Si, no? Ya es un poco tarde.
Alice: es cierto, tenemos que descansar para mañana –escuché unas carcajadas que venían del piso de arriba, era Emmett, Alice se rió- Emmett cada día está más loco. –le sonreí en muestra de que estaba de acuerdo-
Subimos arriba y entramos donde íbamos a dormir, Alice encendió la luz, y me quedé maravillada. La habitación de Edward era enorme, y hermosa, tenía unas estanterías llenas de libros, otras llenas de CD’s y una cama grande. Unas ventanas dejaban ver el bosque, durante el día, debía ser una de las habitaciones mas iluminadas.
Alice: Bueno, ahora te traigo algo para que te pongas para dormir.
Bella: Está bien.
Alice se fue, y yo no pude evitar mirar la habitación otra vez, me puse a mirar los CD, había de todo tipo, fui a coger uno que me llamó la atención.
Edward: Debussy. –me sobresalté, no había notado que no estaba sola en la habitación-
Bella: Perdón. –dejé el CD-
Edward: están ordenados por épocas.-se puso a mi lado y fijó la vista en la estantería- hay algunos muy buenos, y únicos. –ahora era la hora de preguntarle el porqué de su egoísmo conmigo-
Bella: Edward yo quería-Alice entró-
Alice: Bella, aquí tienes –se paró, con un pijama entre las mano- interrumpo algo?
Edward: No, yo solo venia a buscar esto –cogió un pequeño diario de su escritorio. Buenas noches –besó a Alice en la frente- dormid bien. –se fue sonriendo-
Alice: Bueno… toma –me entregó la ropa para dormir-
Bella: Voy a cambiarme a…
Alice: saliendo a la izquierda está el baño.
Bella: Gracias.
Me metí en el baño y me cambié. Me rehíce la cola y salí, encontré a Jasper que salía de la habitación donde iba a dormir.
Jasper: buenas noches Bella, que descanses.
Bella: gracias, y igualmente –nos sonreímos y entré de nuevo a la habitación-
Alice: Ya estas cambiada?
Bella: si, y tu también. Que haremos mañana? Porque yo quiero ir temprano a buscar mi camioneta.
Alice: Cuando nos despertemos yo tenía pensado ensayar un poco, no habrá nadie en casa todos se van de excursión y después, a la hora de comer, podemos ir a buscar tu camioneta.
Bella: Vale.
Empezamos a destapar la cama, una por cada lado y después nos sentamos a la vez, nos reímos un poco. Miré a Alice, quería preguntarle porque Edward era así conmigo, ella me miró.

Capítulo IX

Tardamos un poco en llegar, ya que el cine estaba fuera de la ciudad, de hecho, estaba en otra ciudad. Al llegar a casa, Alice me acompañó hasta la puerta, Jasper se despidió desde el coche, y Edward simplemente hizo un gesto con la cabeza. Llegamos a la puerta, empecé a buscar mis llaves de casa en el bolso. No las encontraba.
Alice: Que ocurre?
Bella: no encuentro las llaves, y juraría, que las había cogido… madre mía… que noche llevo…
Alice: haber, déjame ver –cogió mi bolso y empezó a buscar- no, aquí no hay llaves, solo las de la camioneta.
Bella: Y que hago ahora? Charlie está trabajando... y no llegara hasta mucho mas tarde.
Alice: bueno, nos esperamos y ya está.
Bella: nono, de eso ni hablar, iros, yo me espero aquí sentada –le sonreí-
Alice: acaso crees que te dejare aquí sola?
Bella: No me pasara nada. –Jasper bajó del coche-
Alice: Jas, Bella no tiene las llaves, nos esperamos o… -se quedó pensando un poco- oye Bella, quieres venirte a casa dormir?
Bella: a tu… ¿casa?
Alice: Si. Así mañana por la mañana vamos a por tu camioneta, y de paso seguimos ensayando, solo falta una semana para el estreno de la obra.
Bella: Em... Tendría que avisar a Charlie…y de la obra… pero si yo soy una sustituta, hay una posibilidad entre millones de que te pongas enferma ese día o que te pase algo.
Alice: Lo sé, pero nunca se sabe.
Bella: Bueno, está bien, voy a llamar a Charlie –Alice me pasó su móvil-
Alice: tendrías que empezar a acostumbrarte a llevar uno Bella, nunca se sabe lo que te puede pasar.
Alice tenía razón, necesitaba un móvil ya… Marqué e numero de Chalie.
Charlie: Si?
Bella: Charlie, soy yo, e tenido un pequeño problema con las llaves… y bueno con la camioneta.
Charlie: Que a pasado?
Bella: la camioneta después de salir del cine, no arrancaba, entonces Ángela y yo hemos venido con Alice, Ángela ya estará en casa, pero mis llaves de casa, estaban en a camioneta creo y ahora no puedo entrar.
Charlie: Yo ahora estoy en un caso, quieres venir a comisaria?
Bella: Bueno veras, Alice –me quitó el móvil de las manos-
Alice: Jefe Swan, soy Alice Cullen, quería pedirle permiso para que Bella viniera a dormir a mi casa, no vamos a dejarla aquí sola, ya es tarde además, mañana tendríamos que ensayar para la obra del instituto.
Alice estuvo callada en algunos momentos, y asentía con la cabeza, pasaron unos minutos y colgó.
Alice: Mañana a la hora de comer te traeremos, venga vamos. –me cogió del brazo y empezamos a andar hacia el coche-
Bella: No tengo ropa ni pijama para mañana, no tengo nada.
Alice: yo te dejo algo, por eso no sufras.
Volví a entrar al coche, con Alice sentada detrás conmigo. Llamó a “Esme”, supuse que sería su madre, ya que le habló de que Isabella Swan iba a dormir a casa. Alice parecía divertida, igual que Jasper, en cambio Edward… seguía con la misma cara seria. Me gustaría preguntarle que le pasaba conmigo, porque me torturaba de esa forma que yo no entendía. Llegamos a una casa en medio del bosque, llena de ventanas enormes, y con unas pocas luces del interior encendidas. No pude ver nada mas, estaba demasiado oscuro. Delante del garaje, estaba Emmett. Alice, Edward y yo, nos bajamos mientras Jasper entraba el coche.
Emmett: Que pasa Bella? No te quieren en casa?
Bella: No, ya ves que no, ahora voy a tener que ir de casa en casa. –bromee-
Alice: Emmett! –le riñó- está Rosalie?
Emmett: está dentro, preparando ayudando a Esme. Por cierto, me ha dicho Esme, que dormirás con Bella en la habitación de Edward –miré a Edward-
Edward: Genial. –lo dijo bajísimo, pero aun así lo oí, entró en casa-
Alice: No le hagas caso, es muy reservado.
Bella: Vale.

Capítulo VIII

La película empezó. Había sangre, sangre y dientes afilados desgarrando cuellos de personas inocentes, empecé a marearme, el color de la sangre nublaba mi mente. Gritos de gente asustada, sangre, mas sangre, y… ¿carcajadas de Emmett? Lo miré, parecía divertido. Volví a mirar la pantalla, cruces de plata que quemaban a los vampiros, ajos que no funcionaban, estacas en el corazón, uno menos. Sustos, mas sustos, no podía mas, por acto reflejo cogí las manos de las personas que tenia al lado. No me había dado cuenta hasta que noté la piel fría rozando la mía, miré a Edward, ¿Cómo le podía haber cogido la mano? Fui a soltársela, pero su mano se amoldó a la mía dejando que siguieran juntas. Tuve miedo de mirarlo, pero levanté un poco la vista, sus ojos se clavaron en los míos como espinas, pero unas espinas que no quería sacar. En ellos podía ver como Edward intentaba decirme que no pasaba nada. Me quedé embobada viendo sus ojos. Otra ola de seguridad estalló dentro de mí.
Al terminar la película, seguía cogida de la mano de Edward, me di cuenta, de que en toda la película, no le había soltado la mano, me daba seguridad estar en contacto con él. No había tenido miedo, aunque también se debía, a que había estado más pendiente de él que de la película. Las luces se encendieron, me dolían un poco los ojos ya que aun no se me habían acostumbrado. Me solté rápidamente de Edward, pero vi, que su mano seguía en el sitio donde hacia un momento había estado junto a la mía. Lo miré, me miró, de repente se levantó y desapareció de la sala.
Bella: Alice, Edward se ha ido.
Alice: Que?
Bella: Edward se acaba de ir.
Alice: Emmett, Edward se ha ido, ve a buscarlo al baño.
Ángela: Que buena película!
Jasper: Si, aunque un poco falsos los colmillos de los vampiros.
Rosalie: Nadie es perfecto Jasper. –se rieron mutuamente-
Empezamos a salir de la sala, necesitaba ir al baño, así que avisé de que iba a ir. Entré con prisa, no me aguantaba. Al salir, choqué con alguien.
J:oh perdona! –levanté la mirada-
Bella: Jacob?
Jacob: Bella, hola.
Bella: que haces aquí?
Jacob: He venido a ver esa película de vampiros.
Bella: enserio? Yo también, no te he visto.
Jacob: Es que estaba bastante delante.
Bella: y que te ha parecido?
Jacob: Estaba bien, pero había alguien que no dejaba de reírse, ha sido algo molesto –Emmett, pensé, solo él se reía-
Bella: Donde yo estaba no se ha escuchado a nadie –mentí, no me di cuenta, cuando Edward estaba a mi lado.
Edward: Jacob.-le saludó-
Jacob: Edward –me miró- bueno Bella, me voy que me esperan, hasta pronto. –me dio dos besos y se fue-
Pude notar como Edward me miraba, pero no entendía el porqué. Alice vino donde estábamos nosotros dos.
Alice: chicos, es hora de irnos.
Bella: si.
Ángela y yo íbamos a irnos juntas, tal y como habíamos venido. Nos subimos en mi camioneta, pero no arrancaba.
Ángela: dile a Charlie que te la cambie YA!
Bella: pero.. no entiendo lo que pasa… -intenté encenderla de nuevo-
Alice: Chicas, que pasa? –Alice apareció de la nada por la ventana asustándonos-
Ángela: Alice! No me pegues estos sustos después de ver una película de esas!
Alice: -se echó a reír- bueno, que ocurre?
Bella: Este cacharro, no enciende.
Alice: Pues venga, vamos que os llevamos nosotros.
Bella: No importa, ya llamo a Charlie para que venga a recogernos.
Alice: no bella, estará trabajando, así que vámonos, y no hagas que me enfade –me miró directa a los ojos-
Bella: Esta bien. –Sentía una fuerza dentro de mí que me hizo responder eso-
Alice: Bien.
Ángela se fue con Emmett y Rosalie, yo me fui con Alice, Jackson y Edward.

jueves, 10 de marzo de 2011

Capítulo VII

Sin darme cuenta, ya se habían hecho las 6, me duché rápido y corriendo, y me puse unos jeans con una camisa de cuadros de tonalidades azules, me hice una coleta alta y salí disparada de casa, ya que si no me daba prisa, llegaría tarde a recoger a Ángela.
Ángela: Muy bonito Isabella –sabia que me molestaba que me llamaran así- llegas..mm… 3 minutos tarde.
Bella: JA-JA muy graciosa, venga sube! –nos pusimos a reír- Y bien, donde vamos?
Ángela: haber... qué te parece… McDonald’s?
Bella: Genial! Tengo ganas de comer un McBacon
Ángela: Yo me conformo con una ensalada.
Bella: Por favooor! Ir al McDonald’s y comer una ensalada, es como… ir a una marisquería, y pedir carne!
Ángela: Bueno… vale, me pediré una hamburguesa, pero lo hago por ti eeh?
Bella: Gracias, hoy podre dormir tranquila –dije en tono irónico-
El camino hasta la cena, fue de risas. Al llegar, Ángela se pidió su hamburguesa, yo no dejaba de reírme, tenía una noche de esas que se ríe por todo. La comida fue entretenida, hablamos sobre casi todo, pero de lo que más, la obra, ya que era un tema bastante actual en el instituto, en dos semanas era la actuación.
Bella: Estoy nerviosa, tengo el presentimiento de que va a pasar algo.
Ángela: A que te refieres?
Bella: No sé, pero tengo una sensación… de que Alice no podrá actuar… es raro..
Ángela: Bueno, si ella no puede actuar, que pasa? Tendrás que hacerlo tú, pero tú te sabes el papel, realmente te lo sabes de memoria, que problema hay entonces?
Bella: Supongo que… ¿ninguno?
Ángela: Exacto, ninguno, así que no te comas la cabeza, que Alice va a estar bien ¿sí? –Asentí- Oye, creo que tendríamos que empezar a ir tirando, se nos está haciendo justo.
Bella: si.
Recogimos la mesa y empezamos a ir hacia el cine, aparcamos donde pudimos, y nos esperamos a que llegara Alice con sus hermano, no tardaron mucho, a las 9 estaban ya todos en la puerta.
Alice: Chicas! –Vino hasta nosotras y nos dio dos besos-
Jasper: Hola chicas.
Emmett: Preparadas para ver una película de terror?
Bella: QUE? Terror? –puse los ojos como platos-
Alice: Ellos van a ver terror, yo con una comedia o una romántica, me conformo.
Ángela: Oh! Yo quería ver terror.
Bella: Bueno… si Ángela quiere, a mi no me importa.
Ángela: De verdad?
Bella: Si. –me abrazó fuerte- vale, vale! Pero entremos ya, antes de que me arrepienta ¿sí? –me soltó-
Entramos a ver la cartelera del cine. Alice, Ángela, Jasper, Emmett y yo, estábamos eligiendo, mientras que Rosalie y Edward, estaban un poco apartados, hablando entre ellos bajito.
Emmett: OH! Una película de vampiros. Que os parece chicos?
Jasper: -se rió a carcajadas- Cuando ves estas películas, sabes que después no puedes dormir Emmett. –A Emmett se le dibujó una sonrisa en la cara, Alice les dio un golpe a cada uno-
Decidieron entrar a ver la de vampiros que había, yo no estaba muy convencida de esa película, pero la habían terminado eligiendo Ángela y Emmett, yo hubiera prefería una de dibujos animados… las películas de terror me aterraban. No soportaba esas películas, de hecho, sabía que terminaría saliendo de la sala en algún momento para mojarme la cara y convencerme a mi misma de que los vampiros no existían, y de que todo eran historias inventadas, nada era real. Pasamos a la sala y nos sentamos. A un lado tenia a Alice, y al otro a Edward, no me convencía mucho tener a ese compañero, pero era mejor que tener a un desconocido, aunque él casi lo era. Las luces se apagaron, la pantalla se encendió, y mi corazón empezó a latir más fuerte.
Alice: Bella, aun no ha empezado la película, de hecho, no han empezado ni los anuncios ni tráileres de las próximas películas. Estas segura que quieres ver esta? No prefieres que cambiemos?
Bella: No no, estoy segura, pero si te cojo la mano y te hago daño, lo siento si? Ya te pido disculpas de adelanto.
Alice: Vale, tranquila. –me sonrió y me tranquilizó, después miró a Jasper que asintió-
De repente, una calma empezó a invadir mi cuerpo… me sentía más relajada, pero seguía estando incomoda… aunque era una incomodidad distinta, era segura.

Capítulo VI

Era viernes, al fin se habían terminado las clases del día, yo iba a llevar a Ángela a casa, Alice nos acompañó hasta la puerta de mi camioneta.
Bella: Alice, te apetece ir al cine esta noche? Voy con Ángela.
Alice: Si, claro… porque no? Aunque… hoy había quedado para ir con mis hermanos a cenar…
Bella: bueno pues, venís después, hoy Charlie me deja estar por la calle hasta las 12, es un milagro! –miré a Ángela que estaba a mi lado y se reía conmigo-
Ángela: Es cierto, en estos dos meses que lleva aquí… -se puso recta- ¡A las 10 en casa Bella! –dijo imitando la voz de Charlie, no pudimos evitar reírnos las tres-
Alice: Vale, entonces… a… las 9 ¿delante del cine?
Bella: Si.
Alice: pues hasta luego chicas. –se dio la vuelta para irse-
Bella: Alice! –se giró- vendrán todos tus hermanos?
Alice: Si, pero no tenemos porque ir a la misma sala. –me sonrió-
Bella: Esta bien, aunque no me importa. –fue hasta el coche de Edward, un Volvo plateado y se subió, poco después desaparecieron-
Ángela: Un día de estos, van a tener un accidente, Edward conduce demasiado rápido. –me puse a reír, a mi no me importaría tener un accidente si era por estar con él, encendí la camioneta y llevé a Ángela a su casa-
Bella: Tú y yo sí que vamos a cenar juntas ¿no?
Ángela: Claro! Ven a buscarme a las… ¿7?
Bella: eso esta echo.
Cuando llegué a casa, Charlie aun no había llegado, así que me puse a hacer la comida. No tenía muchas ganas de cocinar, así que unos espaguetis lo arreglaban todo. Cuando terminé de cocinar, aun no había llegado nadie a casa, así que llamé a comisaria.
P: Comisaria de Forks.
Bella: Hola, soy Bella, la hija de Charlie Swan. Esta él por ahí?
P: ooh! Bella! Claro, ahora te lo paso. –se escuchó de fondo- Charlie, es tu hija-
Charlie: está bien?
P: No lo sé, solo me ha preguntado por ti –se puso al teléfono-
Charlie: Bella? Que ha pasado?
Bella: Charlie, estoy bien, no ha pasado nada, te llamaba solo para saber si vendrás a comer.
Charlie: Hoy?
Bella: No, mañana –dije irónicamente-
Charlie: Mañana?
Bella: No papa! Hoy!
Charlie: Bella! No me líes! –nos pusimos a reír-
Bella: Bueno, que?
Charlie: No, hoy tengo bastante trabajo, y llegaré tarde, así que come tranquila cielo.
Bella: Vale. Oye, esta noche al final me voy con Ángela y Alice al cine.
Charlie: Solo las tres?
Bella: No bueno, también vienen los hermanos de Alice.
Charlie: ah... bueno... pues… diviértete.
Bella: Así lo haré. Un beso y nos vemos cuando vuelva.
Charlie: Vale. Hasta más tarde.
Comí sola, aunque eso me sirvió para pensar. En estos dos meses que llevaba en Forks, había conocido a muchísima gente, y siempre estaba ocupada, y eso no me había dejado tiempo de pensar en cómo eran esas personas nuevas en mi vida. Las personas más cercanas que tenia eran Mike, aunque últimamente decía que estaba más por la rarita de Alice que por él, y que eso era nuevo, ya que los Cullen nunca antes se relacionaban con alguien que no fueran ellos, yo solo le respondía que tenía que saber llevarlos. Ya conocía a todos los hermanos, eran encantadores, menos dos, Edward y Rosalie… Edward sin duda a mis ojos era el más hermoso, y por lo que podía ver, para todas las chicas del instituto también. Pero tenía algo… no me miraba casi nunca, y solo me hablaba en los ensayos de teatro. Puede que no le cayera bien… Pero que le había hecho yo? Pero lo que más me molestaba, era que mientras él pasaba más de mí, a mí más me gustaba él. Había algo, que me decía que eso era malo, que había algo en él que no era bueno, pero el corazón me decía otras cosas… Alice en cambio, se había abierto a mí como un libro infinito, cada día me contaba historias, y con ella me pasaban las horas volando, igual que Ángela, que sus batallitas con su hermano eran películas.

Capítulo V

P: como les va chicos?
Alice: está saliendo genial.
P: Y tu Bella, como te va por ahora?
Bella: ¿bien?
Alice: Lo hace bien, sabe ponerse en el papel.
P: Así me gusta, si necesitáis algo avisadme ¿si?
Alice: Si.
Seguimos ensayando un rato más, hasta que tocó la campana de cambio de clase.
Mike: Hola Bella, como te va?
Bella: aah… bien.
Mike: Así que… sustituta eeh.
Bella: si, de Julieta.
Mike: tienes que ensayar con los Cullen?
Bella: esa es la idea… y tu quien eres?
Mike: yo soy Paris.
Bella: Paris? Uoou uno de los personajes principales. Como lo llevas tu?
Mike: Bien, es fácil.
Con Mike entré a la siguiente clase. Me hacía reír como una tonta, contaba chistes malísimos, que uno reía por lastima. Fue la hora de comer, al fin se habían terminado las clases del día. Me dirigía a casa cuando me llamaron al móvil. Aparqué la camioneta para no tener un accidente, con lo torpe que yo era, no faltaba mucho para hacerme daño, y contesté.
Charlie: Bella, estoy en el bar donde comíamos cuando eras pequeña, te vienes a comer?
Bella: es el bar que hay entre la tienda de pesca y el mecánico?
Charlie: si.
Bella: pues ya vengo, porque estoy justo delante.
Aparqué mi camioneta –regalo de papá- y fui al bar.
Charlie: como te ha ido el día?
Bella: bueno, muchas presentaciones. –Y muchas preguntas- Me han dado el papel de sustituta de Julieta en artes escénicas. Yo solo pretendía ayudar con los decorados…
Charlie: Enserio? Sería bueno que tuvieras el principal, pero bueno… es el primer año.
Durante la comida estuvimos hablando de cómo me había ido el día, y de mis nuevos compañeros de clase. Al salir del bar, encontré a un chico mirando mi camioneta.
Bella: Hola? –el chico se giró y me miró, tenía los ojos marrón, era alto, robusto, puede que demasiado para su edad, pelo larguito y piel morena-
J: Hola, perdona estaba viendo… -vio mi cara de póker- bueno nada… -Charlie salió del bar-
Charlie: eh! Bella! Ya veo que has conocido a Jacob, ha vuelto ahora de Washington.
Bella: oh… ya… -y a mí que me contaba? Quien era ese “Jacob”?-
Charlie: No te acuerdas de él?
Bella: no…
Charlie: Es el hijo de Billie… recuerdas que te conté que mi viejo amigo Billie iba en silla de ruedas, y que fue a Washington a ver si había algún remedio?
Bella: Si.
Charlie: Pues este es su hijo, de verdad no te acuerdas? –Charlie parecía no dar crédito-Habíais pasado horas jugando.
Jacob: Bueno Charlie, es normal, cuanto hacía que no venía? Seis, siete años?
Bella: Siete.
Jacob: ya ves!
Bella: Bueno, tengo que irme a hacer deberes y...a…arreglarme.
Me escapé como pude de ese baúl de recuerdos. Por la tardé quedé con Mike y Ángela, pero ese no fue el único día, durante toda la semana estuvimos quedando para estudiar y ponerme al día con todo.
Las semanas pasaron, ya conocía a bastante gente, y ya no me sentía tan incómoda como al principio. Alice se había convertido en una buena amiga, igual que Ángela, Jessica había resultado ser una de esas chicas que lo único que quieren es popularidad, vamos, lo que viene a llamarse una falsa. Los días se me hacían eternos, y solo deseaba que llegaran las clases de artes escénicas, y es que me lo pasaba genial, todos hacían bromas y eran fiestas continuas. Ver actuar a los compañeros me mataba… eran graciosos a más no poder, y con los decorados y el vestuario eso ya era un show, pero lo que más me gustaba, era ver la sonrisa de Edward

Capítulo IV

P: bueno chicos, ahora que se conocen, voy a ver cómo están los grupitos, confió en vosotros, se que lo haréis bien.
Alice: Claro profesor.
El profesor se fue, y podía sentir como Edward tenía la mirada clavada en mi. Pero yo no lo miraba, no podía.
Alice: bueno, empecemos. Primero lo hago yo y después pruebas tu Bella, si?
Bella: como vosotros queráis.
Se leyeron el guion una vez, y empezaron a decirlo todo perfectamente.
Bella: como puede ser que os lo sepáis? Ya habéis hecho esta obra?
Alice: Si, en mi casa gusta mucho Shakespeare. Verdad Edward? –sonrió un poco-
Edward: si. –le devolvió la sonrisa-
Su tono de voz era sombrea, y no me miraba ahora, giraba la cara y evitaba nuestras miradas, pero lo agradecí, no sabía si estaba preparada para enfrentarme de nuevo a sus ojos.
Edward: ¡Qué bien se burla del dolor ajeno quien nunca sintió dolores. .. ! –miró a Alice y esta hizo como si apareciera en un balcón- ¿Pero qué luz es la que asoma por allí? ¿El sol
que sale ya por los balcones de oriente? Sal, hermoso sol, y mata de envidia
con tus rayos a la luna, que está pálida y ojeriza porque vence tu hermosura
cualquier ninfa de tu coro. Por eso se viste de amarillo color. ¡Qué necio el que
se arree con sus galas marchitas! ¡Es mi vida, es mi amor el que aparece!
¿Cómo podría yo decirla que es señora de mi alma? Nada me dijo. Pero ¿qué
importa? Sus ojos hablarán, y yo responderé. ¡Pero qué atrevimiento es el mío,
si no me dijo nada! Los dos más hermosos luminares del cielo la suplican que
les sustituya durante su ausencia. Si sus ojos resplandecieran como astros en el
cielo, bastaría su luz para ahogar los restantes como el brillo del sol mata el de
una antorcha. ¡Tal torrente de luz brotaría de sus ojos, que haría despertar a las
aves a media noche, y entonar su canción como si hubiese venido la aurora!¬
Ahora pone la mano en la mejilla. ¿Quién pudiera tocarla como el guante que
la cubre?
Alice: ¡Ay de mí!
Edward: ¡Habló! Vuelvo a sentir su voz. ¡Ángel de amores que en medio de
la noche te me apareces, cual nuncio de los cielos a la atónita vista de los
mortales, -a los dos se les dibujo una pequeña sonrisa en los labios- que deslumbrados le miran traspasar con vuelo rapidísimo las esferas, y mecerse en las alas de las nubes!
Alice: ¡Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo? ¿Por qué no reniegas
del nombre de tu padre y de tu madre? Y si no tienes valor para tanto, ámame,
y no me tendré por Capuleto.
Edward: ¿Qué hago, seguirla oyendo o hablar?
Alice: Bella, quieres probar tu ahora?
Bella: eh… si claro. –miré el papel por dónde íbamos, y leí, ya que no me lo sabia como ellos- No eres tú mi enemigo. Es el nombre de Montesco, que llevas. ¿Y qué quiere decir Montesco? No es pie ni mano ni brazo, ni semblante ni pedazo alguno de la naturaleza humana. –noté que Edward se rió- ¿Por qué no tomas otro nombre? La rosa no dejaría de ser rosa, y de esparcir su aroma, aunque se llamase de otro modo. De igual suerte, mi querido Romeo, aunque tuviese otro nombre, conservaría todas las buenas cualidades de su alma, que no le vienen por herencia. Deja tu nombre, Romeo, y en cambio de tu nombre que no es cosa alguna sustancial, toma toda mi alma.
Edward: Si de tu palabra me apodero, -hizo una pequeña pausa y me miró a los ojos- llámame tu amante, y creeré que me he bautizado de nuevo, y que he perdido el nombre de Romeo.
Me quedé sin habla, su mirada me había dejado KO.
Alice: esta genial chicos. –Edward apartó la mirada y miró a su hermana, que ahora se había quedado quieta, con la vista fija en la nada, algo le pasaba-
Edward: Bella –mi nombre saliendo de sus labios, me provocó un escalofrío-
Bella: dime.
Edward: puedes traerme el móvil? Lo tengo en mi mochila.
Bella: si claro.
Fui hasta su mochila, y busqué su móvil. Estaba en el bolsillo pequeño. Fui hasta él, estaba hablando con Alice, al llegar yo se callaron.
Bella: toma –se lo di-
Edward: Gracias. –Que se dirigiera a mi, estaba provocando unas reacciones no muy buenas sobre mi, sentía que iba a caerme, me apoyé para disimular-

miércoles, 9 de marzo de 2011

Capitulo III

Bella: El chico y la chica que están en la ventana. –Mike miró-
Mike: oh! Ellos son Alice Cullen y Edward Cullen. No son muy sociables que digamos, ni ellos ni sus otros hermanos. Son raros. –El chico nos miró y aparté la mirada-
Bella: ¿Son hermanos?
Mike: Sí, aunque son muy unidos.
Bella: ¿Cuántos hermanos son?
Mike: Están ellos dos, Jasper, Emmett y Rosalie. Aunque como te he dicho, son raros. Tienen rollos entre ellos.
Bella: ¿Cómo rollos? –mi voz se cortaba por el shock-
Mike: Alice y Jasper están juntos, y Emmett Y Rosalie también, y dicen que Edward esta con una prima de Alaska.
Bella: ¿Enserio?¿Y eso es creíble?
Mike: -se rió- si. Ya lo comprobaras cuando lleves aquí unos días.
El profesor entró y todos nos fuimos sentando. Mike se sentó a mi lado para ponerme al día con todo.
P: Bueno chicos, hoy os traigo los guiones. Recordad que es para la obra de primavera, así que a partir de hoy, todas las clases irán dedicadas a la obra. Todos os acordáis de los papeles no? Otra cosa, tenemos un problema, Isabella no tiene papel. –Me miró- ¿te importa si tu papel no es principal?
Bella: ah! No! Nono, por supuesto que no.
P: Bueno, ahora cuando reparta los guiones, vente a mi mesa y lo hablamos ¿si?
Bella: Si.
Después de esa aclaración, repartió los papeles, y la gente se fue uniendo en grupitos para “empezar” a practicar. Yo me reuní con él en su mesa.
P: Isabella.
Bella: Bella por favor.
P: Bella, estoy viendo que tenemos todos los sitios ocupados… así que solo puedes ser la sustituta de Julieta ya que… es una chica que se ha dado de baja porque se ha ido de la ciudad.
Bella: no importa, enserio. Yo ayudo con los decorados y lo que haga falta. –Realmente no sabía porque había terminado en artes escénicas, suponía que por Charlie-
Por un momento fui feliz, no tendría que actuar si no es que la protagonista se ponía enferma o le pasaba algo. Me dio el guion principal.
P: Bella, tendrías que ir a ensayar con Alice y Edward, ya que ellos son los actores principales.
Bella: ah… está bien.
P: los conoces?
Bella: la verdad es que no. Es la primera clase que tengo con ellos.
P: está bien, ven. –se levantó de la silla y empezó a andar en dirección a los dos hermanos, yo no me moví- ven, no muerden- ¿y tú que sabes? Pensé, di unos pasos y después de pensármelo dos segundos, fui con el profesor- Alice, Edward, esta es Isabella, la sustituta de Alice en la obra.
Alice: Hola –la pequeña chica que estaba sentada en la silla, se levantó con un saltito. Sus movimientos eran ágiles, rápidos y perfectos. Sus ojos dorados se clavaban en ti pero no llegaban a darte incomodidad, su tez pálida le hacía resaltar su pelo perfectamente cortado, con un poco de elevación en las puntas. Tenía cuerpo de bailarina y su voz era dulce, te daba confianza-
Bella: Hola, encantada –le di mi mano, su piel era fría, me estremecí, pero intenté disimular-
Alice: Este es Edward.
Edward: Hola. –Su voz me provocó mareo, no había tenido tiempo de verle el rostro, pero su voz aterciopelada demostraba que era todo un caballero, su piel también era pálida y fría, subí la mirada hasta su rostro, y ya no pude apartarla de él, sus ojos iguales que los de su hermana, su pelo cobrizo revuelto, sus dientes perfectos detrás de unos labios perfectos. Como podía existir alguien tan hermoso? Intenté que mi cara de tonta desapareciera, era hora de de saludar, y sabía que mi voz me iba a fallar-
Bella: eh..ho..hola… -genial, soy Bella ¿puede ser que me haya enamorado de ti?-

Capitulo II

P: Bueno, espero que hayáis pasado unas vacaciones de Navidad geniales, pero recuerdo que ya se han terminado ¿sí? –Todos abuchearon las palabras del profesor- es hora de hacer clase. –Todos volvieron a alzar las voces.- bien, vamos a pasar lista.
La gente empezó a callarse poco a poco, si no respondían a su nombre, tenían falta, y empezar con mal pie no era bueno. El profesor empezó a pasar lista, y la gente respondía bromeando o sonriendo, y después se ponía a hablar. No conocía a nadie, solo me sonaban un poco los apellidos, pero ni eso, hacia ya más de siete años que no pisaba Forks. Miraba las caras de mis compañeros, y aun así se me hizo imposible reconocer a alguien.
P: ¿Isabella Swan?
Bella: si.
Levanté un poco la mano para que viera donde estaba, pero eso fue un error, me convertí en el centro de atención y era lo que más odiaba en este mundo, tenía un sentido del ridículo muy alto, y no soportaba que la gente me mirara más de dos minutos seguidos. Bajé la mirada cuando pasó al siguiente alumno.
P: Bueno chicos, como habréis visto, tenemos una nueva compañera, Isabella Swan, la hija del Jefe Swan. –pude oír como algunas personas comentaban entre ellas- alguien debería acompañarla para que no se perdiera hoy.
Y: Sr. Nicolson, yo podría estar con ella, soy del comité de bienvenida.
P: Jessica, estaría genial. –Vaya, ahora tendría ¿niñera?-
Después de haber sido el centro de atención por unos minutos más, la clase al fin empezó. Las tres primeras clases de la mañana pasaron rápidas, pero yo deseaba que llegara la hora del descanso, donde Jessica me esperaba para hacerme un “tour” y presentarme a algunas personas.
Jessica: esta es Ángela.
Bella: Hola, yo soy-me cortó-
Ángela: Isabella Swan lose, bueno, aquí todos lo sabemos ya.
M: cierto, ¿quién no conoce a Isabella Swan? Es la novedad.
E: este es Mike, y yo soy Eric, tu futuro mejor amigo –me miró, al ver mi cara- es broma, soy el encargado de vigilar a Jessica.
Jessica: eeh! ¿Pero qué dices? ¡Yo sé cuidarme solita! –Eric le cogió la cara y le dio un rápido beso en los labios, ella salió corriendo tras él-
Ángela: ¿Y como que has venido aquí? ¿No se vive mejor en Florida?
Bella: si, bueno es distinto. Pero el insoportable marido de mi madre me provocó algunos dolores de cabeza y he venido aquí a probar esta vida.
Mike: ¿problemas en casa? ¿Te has ido de casa? –Puso cara de no entender nada-
Bella: ems... sí.. así podría decirse, pero con permiso –me agobiaba hablar de mi familia, y Ángela lo notó-
Ángela: Y bueno, ¿cómo llevas estos días?¬¬
Bella: Bien, de momento lo estoy llevando bastante bien. Pero no conozco mucho, Charlie casi siempre trabaja y de momento solo se donde está el supermercado.
Mike: ¿qué te parece si esta tarde quedamos y te hago un tour? –Eso era una indirecta?-
Bella: ¿Porqué no te vienes tu también Ángela? Así nos conocemos más –Mike puso mala cara, le había estropeado el plan-
Ángela: Siii! Me encantaría!
Después de aclarar donde íbamos a quedar y la hora y todo, sonó la campana para ir a clase. Saqué mi horario de nuevo. Artes escénicas. Me despedí de Ángela, ya que no tenía esa clase. Mike fue conmigo y me presentó a más personas, menos a dos.
Bella: ¿Y esos dos?
Mike: ¿Quiénes?

Capítulo I

Charlie me despertaba, y yo solo lo apartaba para que me dejara dormir un poco más. Hoy era mi primer día de instituto –solo para mi-, y tenía cero ganas de empezar. Era nueva en el pueblo, hasta ahora vivía con mi madre, pero discusiones continuas terminaron por mandarme a Forks con mi padre.
Charlie: Bella, llegaras tarde tu primer día de clase, y supongo que no querrás que te lleve con mi coche ¿verdad? -¿El coche de policía? Ni hablar-
Bella: No papa, ya voy, pero déjame cinco minutos más, ¿quieres?
Charlie: No, lo que quiero ahora, es que te vistas y te dirijas al instituto –me quitó la sabana-
Bella: quiero que llegue ya el fin de semana…
Charlie: Madre mía… pero si ni has empezado la semana!
Nos pusimos a reír y después mi padre bajó a preparar el desayuno, yo mientras, me vestí y arreglé. No sería muy bueno dar mala impresión el primer día. Cuando lo tuve todo listo, cogí mi mochila y bajé las escaleras de dos en dos. Charlie tenía mi desayuno preparado en la entrada, lo cogí y me despedí con un grito. Subí a mi camioneta y salí disparada para no llegar tarde. Al llegar, no había casi nadie, -genial- pensé. Miré el reloj y pude comprender porque no había nadie. Aun faltaban casi veinte minutos para empezar las clases. Charlie me había despertado antes, típico en él para no llegar tarde. Aparqué la camioneta y bajé con un poco de miedo, todo era nuevo para mí, y me venía realmente grande. Fui a secretaria, había un hombre de pelo canoso, ojos marrones y gafas caídas apoyadas en la nariz.
Bella: buenos días, soy Isabella Sw-no me dejó terminar la frase-
X: la hija del Jefe Swan! ¿No?
Bella: Exacto –suspiré de alivio, parecía buena persona ese hombre- Vengo a buscar mi horario y a entregar estos papeles. -Le entregué unos datos que faltaban y la hoja con las asignaturas optativas que había elegido-
X: Así que… asignaturas de arte… y lengua… -miraba la hoja con diversión- toma, este es tu horario entonces.
Me entregó una hoja partida por la mitad y me la guardé en el bolsillo de mi chaqueta. Salí de secretaria y miré la hoja, aun tenía un cuarto de hora para saber a qué clase tenía que ir, podía agradecerle a Charlie el haberme hecho salir tan temprano de casa. Primera hora, Español, clase 106. Busqué la clase por el piso de abajo, todo estaba tranquilo aun, seguía sin haber nadie, solo grupitos pequeños de gente que estaba más dormida que despierta esperando al resto de la tropa. Encontré la clase, y sin pensármelo dos veces, entré y me senté en una silla que estaba casi al final de la clase. La gente empezó a entrar, y por suerte, nadie se daba cuenta de que había una chica nueva, todos vivían en sus vidas, y les importaba una mierda lo que pasara fuera de ellas. Cuando fueron las 8 en punto, el profesor entró con libros en la mano, los dejó sobre la mesa y dio dos golpes de palmas para llamar la atención de la gente, le costó casi cinco minutos poner silencio, y termino llamando a la gente por su nombre y uno por uno.